martes, 11 de septiembre de 2012

...DIME QUE RENCORES GUARDAS Y TE DIRÉ LA FELICIDAD QUE DESPERDICIAS...

El rencor...

Si analizamos el rencor, el por qué nos asalta a veces... la respuesta es muy clara.
Ese término va completamente unido a un sentimiento. Al sentimiento que menos nos gusta, el que no queremos vivir, que no queremos tener, aquel del que no queremos hablar ni tan siquiera mencionar...

El dolor.

Las personas nos hacemos daño constantemente. 
Un comentario, un gesto inapropiado, la falta de atención cuando la otra persona la necesita... un sentimiento de abandono por parte de un gran amigo....
Centrémonos en eso caminantes...

¿ Hacia quién habéis sentido rencor?

No creo que hacia un desconocido, pues a un desconocido no se le guarda en la cabeza y el corazón con esos ánimos. A un desconocido que ha afectado colateralmente en nuestra vida de forma negativa le podemos dedicar asco, amargura... pero no pasado mucho tiempo nos olvidaremos de eso... y habremos encontrado la forma de " tomar represalias", para sacar el dolor de nuestros corazones, con alguien cercano...

Terminamos sintiendo rencor hacia las personas que más queremos, pues, una decepción por su parte, supone un dolor mucho más grande que por parte de un simple colega o compadre.

Párate en este mismo momento, visualiza en tu cabeza a esa persona de la que te has alejado totalmente, esa persona de la que de vez en cuando hablas sobre la desilusión que te llevaste con ella...que es la misma persona a la que en tu cabeza, y sin compartirlo con el resto, estás dedicando un segundo de cariño y preocupación por qué será de su vida... y bajas la mirada para que los demás no se den cuenta de todo lo que la estás echando de menos...

Veréis caminantes... la vida me está enseñando a base de choques frontales las cosas que valen la pena y las que nos hacen perder felicidad y buenos momentos...

Todos nos hemos alejado de amigos, a veces son esos amigos los que nos han alejado a nosotros, bien porque nos han decepcionado, bien porque los hemos hecho daño, ( seamos humildes, seamos honestos, el noventa y nueve por ciento de las veces jamás pensamos que un acto pueda derivar en una ruptura con un ser querido...el ser humano es simplemente burro).

Hace ya algún tiempo que decidí dar de lado al rencor. 

En la adolescencia sobre todo, cometemos fallos (sobre todo con los amigos) más o menos haciendo un cálculo aproximado, cada cinco días... y a veces, desgraciadamente, esos fallos dan paso a alejamientos, que con el paso del tiempo y los años, nos parecen irremediables...

Voy a contaros una historia....

Pasó una vez que unas buenas e íntimas amigas se separaron. El tiempo fue deteriorando la confianza, sin embargo, a pesar de no expresarlo, a pesar de no llamarse, fue el tiempo mismo el que demostró que la amistad dura siempre...
Un día, una de las caminantes saludó vía on-line a la otra caminante... la pregunta fue rápida y evidente...¿ se puede saber qué nos pasó?...la respuesta fue estúpida, como estúpido fue el alejamiento...-No lo se, y te echo de menos... El sentimiento era mutuo...el reencuentro supuso una gran felicidad y la quedada que querían planear imposible por falta de tiempo y por lejanía... pero no importaba... porque a pesar de la distancia , ya no había muro...

Eso fue lo último que nos dijimos....

Caminantes.... volved a visualizar a esa persona a la que habéis alejado y a la que echáis de menos cuando os pasan cosas bonitas...o cosas feas... y decidme....¿ Vale la pena seguir echando de menos pudiendo no hacerlo?...

Esos rencores que guardas... los guardas porque quieres a esa persona... y lo sabes... solo que no lo dices en voz alta, porque reconocer que amas a alguien y está lejos de ti porque tu mismo lo alejas, aflora el dolor que guardas dentro... Sal de esa espiral sin sentido...

Dime los rencores que guardas y te diré la felicidad que pierdes.

Gracias a Dios que di de lado a los míos...

... " Ten presente y de acuerdo a la experiencia que tan sólo se odia lo querido"...



2 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo, aunque no con la última cita.

    Un abrazo grande

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    Respuestas
    1. Querido Pablo, me alegro mucho que te haya gustado esta entrada.
      Aprovecho la oportunidad para explicar la última cita para la gente que no la conozca.
      Es una frase de la letra de una canción del folklore peruano versionada recientemente por Enrique Bunbury. Pertenece al poema "Último ruego" del peruano Federico Barreto. Fue el compositor y cantante Rafael Otero, también peruano, quien le puso la música principalmente.
      Dejo un enlace con la letra entera, espero que te guste y tome el sentido que he pretendido darle :). Un gran saludo y espero verte por aquí de nuevo.
      Visi.
      http://www.musica.com/letras.asp?letra=2020431

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